La calidad de nuestro sueño es importante, hace que estemos más activos y que nuestro estado de ánimo mejore. Para que el sueño sea reparador y nos levantemos como nuevos, deberemos tener en cuenta la elección de la almohada correcta.

Seguro que alguna vez te has preguntado en que deberías fijarte a la hora de escoger tu almohada, en este post vamos a resolver esas dudas para que podáis tomar la mejor decisión.

La importancia de una buena almohada para la calidad del sueño

La elección de una buena almohada tiene un impacto significativo en la forma en la que dormimos y en cómo nos sentimos al despertar.

Para elegir de forma correcta deberemos tener en cuenta lo siguiente:

  • La posición correcta del cuello y la columna vertebral: una buena almohada deberá mantener el cuello y la columna en una posición neutra y alineada, de esta forma evitaremos dolores de cabeza, cuello y espalda.
  • La comodidad y el apoyo: la almohada deberá ser cómoda, de esta forma nos sentiremos relajados mientras dormimos.
  • La prevención de alergias: para evitar problemas de acumulación de polvo o ácaros, deberemos tener en cuenta que sea una almohada hipoalergénica.

Según la postura al dormir

La posición en la que dormimos es importante a la hora de elegir la almohada más adecuada. Si ya sabes cuál es tu postura preferida, continúa leyendo:

  • De lado: una almohada gruesa será la mejor opción, con ella conseguiremos que el cuello se mantenga en el eje de la columna.
  • Boca arriba: una almohada delgada sería la ideal, con ella nos aseguraremos de que el cuello y la espalda formen el mismo ángulo, estarán alineados.
  • Boca abajo: esta postura no es la más recomendable, pero si dormimos de esta manera, lo mejor será apostar por una almohada plana.
  • Cambiamos de postura: si no conocemos nuestra postura es porque durante la noche nos movemos mucho, (entonces será mejor que apostemos por una almohada plana, como la que utilizaremos si dormimos boca abajo), ya que se adaptará a la posición de nuestro cuerpo.

Materiales más habituales

El relleno de la almohada determina su confort, por ello debemos tener en cuenta los materiales a la hora de elegir la nuestra.

  • Viscoelástica: es la considerada como la mejor opción, ya que se amolda perfectamente a nuestro cuerpo, es transpirable y no importa la postura en la que duermas. Es ideal si tienes problemas de cuello, mandíbula u hombros. Además, son hipoalergénicas.
  • Látex: estas almohadas son muy elásticas, por lo que se adaptan a la forma de la cabeza y del cuello. Además, son perfectas para personas alérgicas, ya que son resistentes a la humedad.
  • Plumas o plumón: es una almohada blanda y fina. Estas están recomendadas para aquellas personas que duerman boca abajo o se mueven mucho por la noche.

Pequeños tips para que tu almohada dure más años

La vida de la almohada es efímera y por ello debemos cuidarlas para alargar su vida útil. Los expertos recomiendan renovarla entre dos y cinco años, en función del uso que le hemos dado, sus lavados, cuidados… para ello tendremos que tener en cuenta lo siguiente:

  • Usar una funda de protección.
  • Darle la vuelta: de esta forma evitaremos que se deforme.
  • Airear la almohada: deberemos ventilar la habitación antes de hacer la cama cada día.
  • Comprar una almohada lavable: podemos lavarla entre una y dos veces al año.

 

En conclusión, la almohada es un componente crucial para tener un sueño reparador y poder afrontar el día habiendo descansado. Si necesitas más ayuda, no dudes en visitar nuestra exposición y probar los modelos disponibles. ¡Hasta la próxima!